viernes, febrero 15

Cartagena de Indias, una joya caribeña



Cartagena de Indias, Colombia es una pequeña joya en el Caribe. Su casco histórico, fuertes y conventos han sido declarados Patrimonio histórico de la Humanidad por la UNESCO, ya que se trata de una ciudadela amurallada que data del siglo XVI muy bien preservada.




Por esas vueltas del destino, me encontré trabajando en Colombia, un lugar al que nunca pensé en ir, y un fin de semana viajé desde Bogotá a Cartagena de Indias, para buscar un poco de relax y alejarme de los guardaespaldas bogotanos. Después de un vuelo de un poco menos de hora y media llegué a este lugar que me sorprendió por su belleza, por la gente, y por el ritmo de la ciudad, que por mi ignorancia jamás había siquiera imaginado.



Cartagena tiene un casco antiguo amurallado que mantiene las callecitas coloniales, los balcones de madera con flores y las casas pintadas de colores estridentes: terracotas, ocres, amarillos, naranjas, azules, índigo... Estos colores la hacen única e inequívocamente caribeña. Hermosas iglesias y conventos añaden el toque de los conquistadores hispánicos que iniciaron desde aquí el intercambio no solo comercial sino también cultural y religioso entre Europa y las Américas hace ya más de cinco siglos.



La playa continental no es muy bonita, y el mar es turbio y amarronado como el nuestro, solo que caliente, y vendedores ambulantes insoportables que no lo dejan a uno en paz. Pero a 46 km de la costa , y en un viaje en lancha de poco más de 40 minutos, se llega al archipiélago de las Islas del Rosario , un conjunto de islas privadas donde se puede pasar el día en balnearios o en hoteles disfrutando de las playas de arenas blancas coralinas y del agua más transparente que ví en mi vida, de un color "verde agua" increíble. Es el lugar ideal para hacer buceo o snorkel y relajarse a la sombra de los manglares disfrutando del mar Caribe. Y sin vendedores ambulantes.





El regreso de la isla se tiene que hacer temprano porque por la tarde en Cartagena se levanta "la brisa" que más que una brisa en un simulacro de huracán, donde el mar se pica de una forma pasmosa, y la lancha tiene que ir cortando olas para regresar a la costa. Y por supuesto uno termina mojado de la cabeza a los pies como si se hubiera dado un chapuzón.


Pero la noche en Cartagena es mágica, todo se ilumina con luces doradas, las plazas se llenan de mesitas bajo el cielo estrellado iluminadas con velas, músicos que alegran la noche con canciones caribeñas, y una comida deliciosa. Los colombianos saben divertirse, les gusta salir a tomar unos tragos y "rumbear", es decir bailar rumba entre las mesas mientras cenan o toman algo. Son muy alegres. Yo estuve a fines de enero y el aroma a jazmines inundaba la noche.



Ese aroma me hizo evocar las noches de Sevilla, parecidas en cuanto a clima y onda del lugar, pero Sevilla está perfumada de azahares; Cartagena, de jazmines... Son esos lugares en los que uno se amiga con la vida y se pueden olvidar por un rato las preocupaciones cotidianas...



La mejor época para ir:
Todo el año. La temperatura es templada todo el año y la estación de lluvias es en enero, febrero, pero son chaparrones pasajeros. No es una zona de huracanes por lo que puede ser una buena alternativa para los meses de julio a octubre.


Para conocer más de Cartagena:

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